El diputado Agustín Romero será el nuevo jefe de bancada del Partido Republicano.
Desde esa posición, pretende comenzar a emplazar al gobierno para apurar la discusión legislativa.
¿Qué énfasis dará como nuevo jefe de bancada?
Los republicanos hemos tenido un primer tiempo en el Congreso con un muy buen trabajo de instalación, y con una escucha activa de la sociedad. Ahora tenemos que ser mucho más rigurosos en la fiscalización y además empujar las propuestas legislativas. Necesitamos empujar que el gobierno se preocupe de una vez por todas de las urgencias sociales.
¿Cómo será la relación de ustedes como oposición con el gobierno?
Hemos tenido meses perdidos de parte del gobierno, el que se la jugó por la conmemoración de una fecha. Y en vez de darle un cariz de unión y reflexión, hizo todo lo posible por polarizar y reabrir las heridas. Eso terminó con un acto de instalación de la verdad que no contribuyó para nada. Provocó un hastío y aburrimiento de la población. Mientras que en La Moneda era el tema principal, en el país los principales temas siguen siendo la delincuencia, la salud, la educación y problemas sociales que no se han atendido en este tiempo. El gobierno estuvo preocupado de esconder su incompetencia o la falta de programa para sacar adelante las urgencias del país.
¿Pero, entonces, se van a endurecer contra La Moneda?
Nuestra posición es de sentido común. No se trata de endurecer nada. Ante proyectos malos, la respuesta va a ser una: rechazarlo y votar en contra. Si nos van a traer una reforma tributaria que signifique subir impuestos, meter la mano al bolsillo de los chilenos y financiar al Estado, que está gastando pésimo la plata, la verdad es que vamos a rechazar eso. Si quieren financiar la solidaridad de las pensiones, que debiera hacerlo con fondos generales de la nación, pero lo quieren hacer con la plata de los ahorrantes, nosotros nos vamos a poner de parte de los trabajadores, que quieren que sus ahorros vayan a sus pensiones. No pasa por ser más duro o menos duro. Pasa porque el gobierno comience a mirar lo que quiere el país y a conversar de verdad con la oposición. Y no solamente que haga mesas en que presenta sus propuestas, uno vaya a escucharlos y, finalmente, ellos hagan lo que quieren.
Ustedes anunciaron una interpelación a la ministra del Interior. ¿Avanzarán en otras medidas como acusaciones constitucionales?
En el Congreso existe un problema que el gobierno no ha atendido. Nosotros hemos hecho solicitudes de oficios y existe un plazo legal para que se responda. Pero el gobierno no está respondiendo. Por eso, no anunciamos que íbamos a interpelar, sino que estábamos viendo la alternativa de interpelar. Existe en el Congreso la preocupación de que el Presidente no está dando respuesta a este instrumento. No cumplen los plazos. Sin embargo, en las conversaciones con la oposición están surgiendo buenas ideas alternativas, distintas a una interpelación, que hay que enfrentar unidos. Tenemos que conversar con el ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde, y hablarle de esto. Ver si solicitamos un pronunciamiento del contralor. Tenemos que conversarlo como oposición, no solo republicanos. Las acusaciones constitucionales hay que analizarlas en su mérito, si el gobierno nos da las razones, podría producirse algún caso en que tengamos que aplicar la mayor medida que establece el ordenamiento jurídico constitucional. Va a depender del gobierno.
¿Qué se juega el Partido Republicano del proceso constituyente? Ustedes dominan el Consejo.
Solo nos jugamos hacer bien las cosas. Hemos estado a la altura de un partido que pretende entregar una buena propuesta a Chile. Vamos a tener que esperar lo que resulte, pero estoy absolutamente orgulloso de que los consejeros se lo hayan tomado en serio.
¿Pero si el proceso fracasa, le salpica al partido?
Yo creo que no. Si el proceso fracasa, no tendría por qué ser culpa de los republicanos. Hemos dicho siempre que tenemos una mayoría, pero no somos una mayoría que puede poner o no los temas. Tenemos una posibilidad de vetar, pero si el proceso fracasa habría que ver cuáles son las razones. No quisiera pensar que fuera la mezquindad de otras fuerzas políticas que no quieren apoyar un buen texto. No podría pensar que las personas que integran ese consejo, no quieren que esa propuesta sea una Constitución mejor que la de ahora. Estrategias de qué hay que hacer acá y allá, ese tipo de cosas no las medimos. Solamente tenemos la voluntad y el trabajo decidido de elaborar un texto.
Se dice que si fracasa repercutirá en el liderazgo de José Antonio Kast, debido a que se cuestionará la capacidad de gobernabilidad de la tienda.
No está en cuestión el tema de la gobernabilidad. Si uno se fija cómo ha sido el trabajo del Consejo, se han podido expresar todos, se han escuchado todas las enmiendas. Y de ese resultado todas las fuerzas vamos a tener que ver si se ajustan o no a lo que nos gustaría como Constitución. Si no se logra una Constitución como la que nos gustaría presentarle a Chile, perfectamente podríamos rechazar. Si no considera estos temas importantes de seguridad y libertad, no sería un fracaso. Es parte del juego democrático.
Pero el partido es el que mayoritariamente domina el Consejo.
Eso no significa que nosotros podamos poner temas. Tenemos facultad de veto. El caso particular de que eventualmente la ciudadanía vaya a votar en contra, a nuestro juicio es una opción que puede ser válida. Lo primero que tenemos que tener presente es hacer un buen trabajo, hacer un texto digerible para el país, que tenga pies y cabeza, no como lo que entregó la Convención Constitucional. La ciudadanía tendrá que tomar su decisión y es parte del juego democrático. Esperamos entregar un buen texto y que sea mejor que lo que tenemos. Si no es mejor que lo que tenemos, perfectamente nosotros podríamos llamar a votar en Contra.