La arremetida del Partido Republicano en el Consejo Constitucional, avalada por los votos de Chile Vamos, que ha aprobado normas que dejarían al margen de la legalidad las ideas de amplios sectores del país, ha generado preocupación en dirigentes de Demócratas y Amarillos. Los dos grupos que fueron ampliamente cubiertos por la prensa cuando llamaron a rechazar la propuesta de la Convención Constitucional, ahora se han embarcado en la búsqueda de un pacto político amplio, que corrija el rumbo que ha tomado el Consejo Constitucional y que garantice una propuesta de consenso que respete las ideas de todos los sectores políticos. Según explican, hasta que no haya un texto definitivo, tratarán de evitar que se repitan los errores del proceso anterior.
Los líderes de los partidos Amarillos y Demócratas están preocupados. La reciente aprobación en Consejo Constitucional de enmiendas que se presentaron a última hora y que contaron con los votos del Partido Republicano y de Chile Vamos, los tienen en alerta. Algunas de las normas que se han incorporado no sólo no son de consenso, sino que dejarían fuera de la legalidad las ideas de los sectores de centroizquierda. Esto repetiría el escenario que se vivió en 2022, cuando Amarillos y Demócratas llamaron a marcar Rechazo, porque, a juicio de ambos grupos, la Convención Constitucional aprobó normas que excluían principios fundamentales de la derecha. Los dos sectores no renuncian a la posibilidad de que en este segundo proceso constitucional finalmente se proponga un texto en que las ideas de todos los ciudadanos -de derecha, centro o izquierda- sean aceptadas y puedan competir democráticamente.
Ante la falta de consenso y el perfil poco inclusivo que ha ido tomando el borrador que se someterá a plebiscito el 17 de diciembre, dirigentes de Amarillos y Demócratas se han embarcado en negociaciones para conseguir un acuerdo político amplio, que en lo posible incluya desde republicanos hasta comunistas. Dirigentes de los dos partidos dijeron a CIPER que, de no conseguirse un acuerdo lo más transversal posible, la forma en que se está manejando el Consejo Constitucional podría llevar a un fracaso de este segundo proceso constituyente.
Uno de los fundadores de Amarillos que más notoriedad adquirió en el proceso pasado es Cristián Warnken. Hoy, el escritor vuelve a manifestar su inquietud por la propuesta que están redactando los consejeros: “Tengo la sensación de que hay una conciencia en varios de los dirigentes de los partidos de la derecha, de que el fracaso de esto va a ser el fracaso de la clase política completa. Entonces, tengo la impresión o la esperanza de que va a haber novedades y luces de salida”, afirma. Y advierte su postura: “Por supuesto que, si el texto es malo, obviamente que desde Amarillos no vamos a sumarnos a una propuesta que no sea inclusiva y que no dé garantías sobre una mayoría lo más transversal posible”.
El diputado de Demócratas, Andrés Jouannet, hace un llamado al Partido Republicano a evitar cometer errores del pasado y enfatiza en la necesidad de un esfuerzo conjunto para construir un acuerdo constitucional sólido. “Le hemos dicho al Partido Republicano que tiene que también hacer un esfuerzo para no cometer errores que se le criticaron en otro sector”. También cree que es el momento de buscar un acuerdo, “porque es la hora de la política. Y, por favor, nosotros tenemos un país que tiene grandes complicaciones. Llevamos diez años de discusión constitucional, ningún país resiste una discusión así, porque eso genera incertidumbre, nadie invierte en un país así”.
En 2022, la ex militante de Revolución Democrática, Javiera Parada, se sumó al grupo “Una que nos una”, que llamó a rechazar la propuesta de la fallida Convención para iniciar un nuevo proceso que permitiera escribir una Constitución que incluya a todos los sectores. En ese movimiento también se inscribieron figuras públicas como Felipe Harboe, Andrés Velasco, Carolina Goic y Óscar Landerretche. Hoy, Javiera Parada también está preocupada y buscando una salida de consenso. Según cree, aún hay espacio para eso: “No es el momento todavía de tirar la toalla, tal como lo dijo la presidenta Bachelet, tal como lo dijo el Presidente de la República. Aquí hay que insistir hasta que se pueda modificar el texto, tiene que ser un texto de consenso y de acuerdo”.
“Yo, en el proceso anterior, estuve hasta el último minuto intentando que el texto pudiera convocar a las grandes mayorías. Y aquí voy a hacer lo mismo. ¿Está difícil? Está difícil. Creo que lo que hemos visto estas últimas dos semanas de parte de republicanos y Chile Vamos, porque están pasando máquinas y repitiendo lo que hizo la izquierda en el proceso anterior”, agrega Parada.
Por su parte, la senadora de Demócratas, Ximena Rincón, salió este miércoles 27 a manifestar la importancia de redactar un texto constitucional que incluya a todo el país: “No se debe escribir el texto sólo para un sector, se debe escribir para el país. Esa es responsabilidad de todos. Promovemos los espacios de conversación con todos los sectores. Los que estamos en política debemos poner todo nuestro capital político para construir un gran acuerdo”.
El mismo miércoles, el también senador de Demócratas, Matías Walker, en entrevista con La Tercera, detalló los nudos que surgieron en la discusión una vez que la derecha ingresó enmiendas que, a su juicio, tienen más bien un objetivo electoral con miras a la próxima presidencial:
“Hay muchas normas que producen ruido y que son propias de un programa de gobierno, que son más propias de la ley, como la controversia respecto a las contribuciones. Así como para el electorado que votó por republicanos son muy sensibles los temas de seguridad, que haya un capítulo de las Fuerzas Armadas y una defensoría de las víctimas, también tenemos que ser sensibles con el mundo del Socialismo Democrático. Por ejemplo, el derecho a huelga que no puede estar circunscrito al ámbito de la negociación colectiva y que no pueda haber penas sustitutivas a los enfermos terminales violadores de derechos humanos”, sostuvo Walker.
El martes pasado hubo reuniones entre los líderes de la UDI, RN y el PS, además de consultas a Amarillos y Demócratas, en busca de un acuerdo transversal que pueda aplicarse cuando el texto aprobado por el Consejo Constitucional vuelva a la Comisión de Expertos. Estos especialistas, nombrados en representación de todos los partidos, redactaron el anteproyecto original al que le están haciendo cambios los consejeros. El próximo 7 de octubre, los expertos recibirán de vuelta el borrador con las enmiendas incorporadas y podrán sugerir nuevas correcciones que deberán ser votadas por los consejeros. En ese espacio, podría operar el acuerdo que ahora buscan los partidos.
Se espera que en los próximos días las negociaciones avancen, esto pese a que el propio líder Republicano, José Antonio Kast, ha evidenciado su apoyo a la estrategia implementada por los consejeros de su partido, sin manifestar indicios de participar en un acuerdo transversal. De hecho, cuando comenzaron a aprobarse las enmiendas que han generado controversia, en sus redes sociales Kast sostuvo que le parece bien que el borrador votado por los consejeros deje al margen las opiniones que representan a un sector de los chilenos: “Si el Partido Comunista y el Frente Amplio están en contra, es positivo para Chile. Vamos por buen camino”.