Con 33 votos a favor, el Consejo Constitucional aprobó este lunes 30 de octubre la propuesta oficial de nueva Constitución. Compuesta por 216 artículos (176 menos que la rechazada en 2022), el texto consolida un proyecto de una mayoría ultraderechista, que defendió como una de sus prioridades la vida de “quien está por nacer” y logró plasmarla en el borrador final.
El polémico artículo 16 fue incluido en el Capítulo II, referido a Derechos Fundamentales, Garantías y Deberes Constitucionales. “La constitución asegura a todas las personas el derecho a la vida. La ley protege la vida de quien está por nacer”, reza la norma que especialistas aseguran pone en jaque la ley de aborto tres causales.
De la misma manera, la propuesta consolida la tendencia a exacerbar el derecho de madres y padres sobre sus hijos. A través de los artículos 12, 23b 24b, se reconoce en los “padres o tutores la prioridad en la determinación superior de sus hijos o pupilos”, lo cual también contempla la imposición religiosa en la formación educativa.
“Los padres, y en su caso los tutores, tienen derecho a educar a sus hijos o pupilos, y a elegir su educación religiosa, espiritual y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones. Las familias tienen el derecho de instituir proyectos educativos y las comunidades educativas a conservar la integridad e identidad de su respectivo proyecto de conformidad con sus convicciones morales y religiosas”, plantea el artículo 13a, que pondría en jaque la aplicación de una futura posible ley de Educación Sexual Integral (ESI) ya que puede ser contraria a la ideología de una religión determinada.
En el mismo artículo se constitucionaliza la objeción de conciencia. Si bien se descartó que fuera institucional, al estar presente en la carta magna adquiere una jerarquía superior desde la cual pueden emanar leyes tendientes a la flexibilización de la aplicación de leyes y normas inferiores que choquen con la objeción de conciencia, como el aborto, la entrega de métodos anticonceptivos y otros.
Otro de los aspectos transversales en relación a la propuesta constitucional anterior era la paridad, aspecto que se abordó a lo largo de todo el texto rechazado. En este proceso, la palabra paridad está totalmente ausente y en su lugar se proponen términos como “acceso equilibrado”, que defiende la representación en relación 60%-40% y limita al legislador a un mecanismo de cuotas (de entrada) para cargos de elección popular.
La retribución de cuidados, asimismo, es entendida en esta propuesta como un deber para madres y padres sin considerar los casos en que las y los menores vivan (eventualmente) situaciones de violencia intrafamiliar por parte de sus progenitores.
Luego de casi ocho meses de trabajo, el Consejo Constitucional finalizó un proceso que fue apoyado por las derechas unidas, con 33 votos, y rechazado por la centro-izquierda, con 17 votos. El 7 de noviembre el texto será entregado de manera oficial al presidente Gabriel Boric y la ciudadanía, que deberá elegir el 17 de diciembre una opción: A favor o en Contra.