“Hay que resolver algunos detalles técnicos”, dijo el ministro secretario general de la Presidencia, Álvaro Elizalde (PS), al ser consultado por la fecha en que ingresará la reforma legal que extiende a dos días las próximas elecciones municipales y regionales de octubre.
A pesar de la cautela del ministro, quien, entrevistado en Mega, no comprometió plazos (“los próximos días”, volvió a decir), en el gobierno están conscientes de que el tiempo se agota y que el atrincheramiento de un sector de la oposición podría complicar el debate.
La reforma tiene que estar aprobada por el Congreso y publicada en el diario oficial antes de junio cuando se realice la presentación de candidaturas y se cierren los registros electorales para efectos de cambios en el padrón.
En vista de la vigencia del voto obligatorio y ante lo engorroso que puede resultar para el elector, que tendrá que marcar preferencia en cuatro papeletas distintas (alcaldes, concejales, gobernadores regionales y consejeros regionales), el propio Servicio Electoral (Servel) recomendó hacer dos jornadas electorales (un sábado y un domingo).
Si bien La Moneda hizo propia la recomendación del Servel, que ya contaría con una disposición favorable del oficialismo y de un sector de la oposición, algunas fuerzas de derecha, como la UDI, el Partido Republicano y el Partido Social Cristiano, también han endurecido su negativa, deslizando el riesgo de un fraude electoral.
El problema es que una oposición férrea al proyecto, aun cuando represente una visión minoritaria, podría trabar la discusión legislativa, excediendo las plazos para que la ley sea publicada a tiempo.
Respuesta a Matthei
Una de las voces más críticas ha sido la alcaldesa de Providencia y presidenciable de Chile Vamos, Evelyn Matthei (UDI), quien dijo que “el fraude es casi imposible de controlar”. Incluso, a pesar de los cuestionamientos que recibió, lejos de retractarse, la jefa comunal insistió en su sospecha y puso como ejemplo el robo que sufrió el Ministerio de Desarrollo Social en medio de la investigación por traspasos irregulares de fondos públicos a fundaciones.
“A mí me cargan las elecciones en dos días. Si el Congreso o el Ejecutivo deciden que se van a hacer en dos días, lo tendremos que hacer. Pero cuando uno ve que se desaparecen cajas fuertes de un ministerio, cuando uno ve que se desaparecen computadores de un ministerio, cuando uno ve que se desaparecen escuchas telefónicas, perdónenme… esa es mi opinión”, dijo Matthei.
Ante las palabras de la presidenciable gremialista, el ministro Elizalde también endureció la defensa a la iniciativa y recordó que los “actuales alcaldes y alcaldesas fueron elegidos en una elección que se desarrolló en dos días en el contexto de la pandemia”.
El titular de la Segpres explicó que ni el Servel ni el Tribunal Calificador de Elecciones dependen del Ejecutivo y añadió que las declaraciones de Matthei intentan “realizar una especie de cuestionamiento con el gobierno, pero lo que hace es un cuestionamiento a las instituciones”.
“Hay que ser responsables y serios”, dijo Elizalde, quien agregó que la alcaldesa hace “una afirmación que no es del todo responsable, teniendo en cuenta la historia que tiene nuestro país en materia electoral… Su afirmación no se hace cargo de la fortaleza de la institucionalidad”.
Consultado por el ejemplo del robo de computadores y de documentación desde el Ministerio de Desarrollo Social, el ministro respondió que “entiendo que a a veces se quiera sacar ventaja política en este tipo de debate, pero son cosas que no tienen nada que ver”.
Comercio y filas para votar
Uno de los aspectos técnicos que tendrá que abordar el proyecto es la liberación de funcionamiento del comercio, que es una de las exigencias que han puesto parlamentarios de oposición para apoyar la medida. Ello, sin embargo, también implica una concesión sensible sobre todo para los legisladores de izquierda, que exigen que se respeten el día de descanso y el tiempo de los trabajadores para votar.
No obstante, el tema central de la iniciativa será cómo hacer una distribución pareja de 15 millones de electores en dos días.
El ministro Elizalde explicó que “el promedio que requiere una persona para sufragar son cinco minutos y son 400 electores por mesa, si vota más del 80% estamos hablando de más de 320, lo multiplicamos por cinco minutos y no alcanza. Si aumentamos a dos cámaras secretas, se puede reducir a la mitad y aún así no alcanza el tiempo”.
Por su parte, el presidente del Servel, Andrés Tagle, ha explicado que al realizarse en un solo día “habría unas colas enormes”.
Squella: “Van a hacer lo imposible”
Pese a los argumentos, el presidente del Partido Republicano, Arturo Squella, quien ya había dicho que “desconfiamos profundamente de quienes están en el gobierno”, reiteró sus sospechas en Canal 13. “No la encontramos razonable. Que nuevamente nos veamos frente a un cambio, en el año de las elecciones, de las reglas del juego”.
“Cuando le generas más ingredientes a un proceso que debiera darnos confianza a todos, se presta para mucho. Lo que vemos, particularmente en el Partido Comunista y el Frente Amplio, es desesperación. Hay algunos que van a hacer lo imposible por evitar que lleguen otras administraciones a hacer auditorías y que se den cuenta cómo realmente estaban administrando los recursos públicos en determinadas comunas. Me da la impresión de que son capaces de cualquier cosa”, expresó.