A poco más de un año desde que Amarillos por Chile consiguió las firmas que necesitaba para constituirse como partido político, un sabor amargo se apodera de la tienda. Entre los dirigentes se preguntan qué pasa en sus filas. Son conscientes de que tienen un problema: un grupo importante de militantes ha tomado la decisión de dar un paso al costado.
De acuerdo a datos entregados por el Servicio Electoral (Servel) a La Tercera, en lo que va del año, 119 amarillos se han desafiliado de la colectividad. En enero, fueron 15 los que se fueron. Otros 12 lo hicieron en febrero y 92, en marzo.
El rostro más conocido entre los que se fueron es el del exministro de Salud Jaime Mañalich, quien, según dijo ante la militancia, tiene pensado dedicarse a proyectos ligados al “piñerismo”. Desde el partido también cuentan la salida del abogado Luis Lizama, quien, según cuentan, se retiró a raíz de diferencias de opinión con otros militantes.
Los motivos para irse son distintos. De acuerdo a fuentes del partido, algunos se han desafiliado argumentando que la colectividad “no está en nada“ y que perdió el rumbo.
Esta semana quedó demostrado que existen grandes diferencias entre la militancia con el presidente de la colectividad, el diputado Andrés Jouannet -único parlamentario de Amarillos-.
Ante su voto a favor de la indicación propuesta por la derecha para reponer la justicia militar -que finalmente fue declarada inadmisible-, fueron varios los amarillos que decidieron hacer ver su disconformidad.
“Estoy completamente en desacuerdo con la idea de restablecer la justicia militar (…). Es remover un tema sobre el cual hubo 20 años de debate (…). Lo peor es que el presidente del partido (Jouannet) aparece como vocero de la iniciativa”, escribió la semana pasada la exministra Mariana Aylwin en un grupo de WhatsApp que reúne a la militancia.
“Esto va directamente en contra de todo lo que hemos planteado los últimos 30 años”, lamentó Tomás Aylwin, otro militante, en el mismo espacio.
Por otro lado, otros amarillos sugieren que las bajas pueden tener que ver con la postura que institucionalmente tomó el partido frente al plebiscito constitucional de diciembre del año pasado, instancia en que, tal como lo hizo la derecha, estuvieron por la opción “A favor”.
Desde Amarillos enfatizan que perder 100 militantes en un mes no es algo catastrófico, puesto que es usual que en las distintas colectividades haya bajas. Sin embargo, si los datos se comparan con los de Demócratas, una colectividad que nació casi al mismo tiempo que ellos, se observa que los amarillos están en un pie complejo.
En concreto, el partido fundado por los senadores Ximena Rincón y Matías Walker ha perdido 60 militantes en lo que va del año: prácticamente la mitad que Amarillos. 20 lo hicieron en enero, 10, en febrero y otros 30, en marzo.
Hasta el 31 de marzo, de acuerdo a datos publicados por el Servel, Amarillos tenía 5.952 militantes. En tanto, Demócratas acumulaba 4.405 adherentes.
Jouannet: “Es normal que haya deserciones”
Consultado al respecto, Jouannet afirmó que “cuando Amarillos se alzó como movimiento ciudadano por el Rechazo (…) tuvo una enorme adhesión. Cuando se trata de militar, el compromiso es mucho mayor y es normal que haya deserciones en el camino, es algo que le está pasando a todos los partidos“.
Además, explicó que “estamos en una etapa de consolidación en medio de un momento supercomplejo para la actividad política y, por lo tanto, existen estos vaivenes. Pero estamos muy tranquilos en este proceso de construir identidad partidaria que ya nos tiene constituidos en Los Lagos, Los Ríos, La Araucanía, Ñuble, el Maule, O’Higgins, Valparaíso, Atacama y, muy pronto, en la Región Metropolitana”.