El próximo viernes 17 de noviembre comienza la campaña electoral para el plebiscito. Eso marcará el inicio de un mes clave para determinar si el nuevo texto se vota “A favor” o “En contra”. Hasta el momento, las encuestas dan por ganadora la segunda opción y, por ende, los partidarios del “A favor” deberán salir a convencer al electorado.
A nivel de economistas, poco a poco algunos han ido tomando postura sobre cuál es para ellos la mejor opción. Si bien consideran que para la economía el actual texto constitucional y el nuevo no generan cambios tan abruptos en la estructura económica, en el mercado hay una mayoría que ve que es preferible que se imponga la opción A favor.
Sin embargo, más allá de eso, donde si hay una visión clara y contundente es que para mejorar las expectativas y el crecimiento lo primordial es que el tema constitucional se cierre por un período prolongado. Esto, porque argumentan que reducirá la incertidumbre y con ello, podría mejorar la inversión y por ende el crecimiento y el empleo.
“Más allá del resultado del plebiscito, la clave está en los mensajes que entreguen los distintos sectores políticos, una vez conocida la votación. No debería haber cambios significativos en las perspectivas si de forma contundente se da por cerrado el capítulo. De esa forma, se entregaría una señal de estabilidad y seguridad jurídica, que permitiría recuperar el crecimiento y la inversión. Eso es lo que nuestro escenario base contempla”. Esa es la visión que entrega el economista jefe de Bci, Sergio Lehmann.
Natalia Aránguiz, socia y gerente de estudios en Aurea Group, comenta que “nos encontramos en un escenario donde Chile lleva más de 3 años discutiendo las bases de nuestro ordenamiento jurídico, olvidando completamente el crecimiento y el empleo, por lo tanto, un nuevo proceso fallido sería nocivo para el crecimiento del PIB potencial de nuestro país”. Por ello, enfatiza que “cerrar este proceso de forma exitosa tendría un efecto tranquilizador tanto en los actuales inversionistas como en los futuros”.
Otro que entrega esa visión es el economista de Fynsa, Nathan Pincheira. En su análisis argumenta que en su escenario base la proyección de crecimiento que tienen de 1,8% para el PIB de 2024 no depende del resultado del plebiscito. “La dificultad de generar más crecimiento por el lado de la inversión tiene que ver con la incertidumbre y depende de cómo se maneje políticamente el día después de conocer los resultados. Esto porque más allá de quien gane no se garantiza que la cuestión constitucional termine ahí”. Por lo mismo plantea que lo clave es que se cierre ese debate y los niveles de incertidumbre política se reduzcan.
Una visión distinta entrega el economista de Gemines, Alejandro Fernández, quien plantea distintos escenarios que podrían mejorar el PIB. Lo primero que plantea es que en caso de ganar el A favor, “podría cambiarlas marginalmente las expectativas al alza, pero va a depender de los resultados específicos y las reacciones de los actores políticos. Son varios escenarios en los que habría que ponerse”, subraya.
Para Fernández, el impacto en 2024, “es bajo, a menos que “ganara el A favor por un margen contundente, de por ejemplo, 55% a 45% o más, pero creo que ese escenario es muy poco probable”.
Por ello, Fernández puntualiza que “desgraciadamente cualquiera sea la opción ganadora, el escenario más probable es que la incertidumbre político-institucional se mantenga más o menos igual, más allá del impacto de muy corto plazo al conocerse el resultado. Hay que ver cómo reaccionan las fuerzas políticas a partir de marzo de 2024″.
Felipe Alarcón, economista asesor de EuroAmerica, asevera que “un triunfo del aprueba tendría una recepción positiva por parte del mercado, lo que podría repercutir en inversión y empleo más adelante, en particular debido a que el sistema político que propone podría entregar mayor gobernabilidad que permita salir del estancamiento actual”.
Y cómo impactaría en dólar y la bolsa
En una entrevista con Pulso, el economista José Luis Daza afirmaba que “la aprobación de la Constitución ayudará a restaurar la confianza. En consecuencia, creo que los indicadores de prima de riesgo reflejados en activos financieros, dólar, bolsa, prima del tiempo en tasas de interés se beneficiarán. Posiblemente no en la misma magnitud que frente al rechazo de la Constitución del año pasado, pero mejorarán”. Y esta visión es compartida por los economista quienes ven una fortalece del peso en caso de que gane el A favor y un impulso para la Bolsa de Comercio.
“El escenario más probable que proyectamos tienen un tipo de cambio en $890 a fin de año, para cerrar en 2024 en $850, alineado con sus fundamentos. Esto va de la mano con mayor estabilidad y seguridad jurídica. En caso de que se empuje por un nuevo proceso, el tipo de cambio se ubicará sobre $900″, acota Lehmann.
“En el escenario de ganar el en contra, nuestra prima por riesgo podría verse perjudicada dada la incerteza jurídica, lo que añadiría aún más volatilidad a nuestra moneda”, subraya Aránguiz.
Un análisis distinto entrega Diego Mora, estratega senior de mercados de la empresa de inversiones XTB Latam. “Considerando la opción En contra como la más conservadora y que apuesta por la continuación político-social del país debería impulsar el peso chileno en desmedro del dólar. La misma opción favorecería al IPSA por la mayor certeza de los inversores”.