puentes de participación ciudadana

Eduardo Bermúdez, encargado electoral del PS: “La DC debería ingresar a la coalición de gobierno”

Junto a un retrato de Salvador Allende, desde hace varias semanas el primer vicepresidente y encargado electoral del PS, Eduardo Bermúdez, permanece de cabeza articulando conversaciones entre Apruebo Dignidad y la DC para una lista única de alcaldes. Según explica, esa es la mejor fórmula para derrotar a la derecha en los comicios de octubre de 2024.

En su casting de candidatos, Bermúdez ha aprobado el regreso de dos estrellas del socialismo a la primera línea de las municipales: el exsenador Rabindranath Quinteros por Puerto Montt y el exalcalde de Pudahuel Johnny Carrasco, que aspira a volver a dirigir esa comuna.

El miembro de la corriente tercerista del partido de calle París 873 –que integra junto al titular de la Segpres, el ministro Álvaro Elizalde; la presidenta de la tienda, senadora Paulina Vodanovic; el presidente del CNTV, Mauricio Muñoz; el senador Fidel Espinoza; y el exjefe del comando del “En contra”, Ricardo Solari– cree que es necesario un pronto ajuste de gabinete en las carteras sectoriales. Observa como candidata para salir del gabinete a la ministra Maisa Rojas, aunque precisa que es una decisión del Presidente. Considera también necesario un cambio de delegados presidenciales, en el norte y el sur, que no están bien evaluados. Y en materia municipal, subraya que es clave recuperar los municipios de La Florida y Puente Alto, cuyos alcaldes de Chile Vamos no pueden repostular.

Además, Bermúdez evalúa que la Democracia Cristiana (DC) tuvo un rol clave en el triunfo del “En contra” en el plebiscito de diciembre, que ha mostrado lealtad con el oficialismo tras el “éxodo de sus figuras no progresistas” a Amarillos y Demócratas, y que el pacto electoral con dicho partido puede ser una alianza política. Por ello, considera conveniente que la DC se incorpore al conglomerado oficialista. También, aborda las posibilidades de un regreso de Michelle Bachelet a las presidenciales.

-¿Qué le parecen las cenas con empresarios en la casa de Pablo Zalaquett, que ocho ministros mantuvieron en secreto?
-No son buenas estas reuniones privadas con empresarios. No creo que haya habido nada irregular en lo tratado, pero debió ser algo más público, como lo hizo la Sofofa en la reunión con la mesa del PS, esta semana, al presentar su propuesta de agenda pro crecimiento y convergencia tributaria. Fue una conversación franca y con respeto, donde se plantearon las opiniones en las cuales hubo la intención de seguir hablando y viendo el bien del país en materia de crecimiento.

-¿Esperaba que mientras crecía la polémica por las “divinas comidas”, el Gobierno se anotara un triunfo político por la fallida acusación constitucional contra el ministro Montes?
-Esta acusación era un saludo a la bandera. El resultado de la votación de la acusación constitucional contra el ministro Carlos Montes venía muerta, no solo a partir de la argumentación del libelo, sino también porque solo tuvieron su votación dura de Chile Vamos y Republicanos, más el Partido Social Cristiano. Demuestra que ellos no han todavía asumido la derrota del 17 de diciembre.

-¿Cómo ve el PS una postulación presidencial de Michelle Bachelet para un tercer Gobierno?
-La Presidenta Bachelet no tiene en sus planes ser candidata presidencial, más allá del cariño de la ciudadanía. Ella siempre está disponible para apoyar, como fue en el caso de la campaña del plebiscito. Si ella estuviera disponible para postular, sin dudas, estaría todo el PS detrás de ella, pero no creo que esté en sus planes.

-¿Y en los planes del PS está convencerla de ser la carta que enfrente a la derecha?
-Hay que respetar las decisiones que ella tome, pero además todavía faltan casi 2 años para la elección presidencial y hay que ver el crecimiento de los nombres posibles de nuestro mundo para ser reemplazo del Presidente Boric, antes de cualquier otra decisión.

“Hay que refrescar caras en el Gobierno y delegados presidenciales con más fuerza”

-Parte del Socialismo Democrático plantea que debe haber un nuevo diseño en el Gobierno, ¿lo comparte?
-Debería haber un nuevo diseño, creo que por varias razones. Tenemos una derecha dura que hoy cuestiona todo lo que sale del Gobierno. Hay que refrescar las caras. Es un segundo tiempo y a veces, como en el deporte, cuando los partidos están muy difíciles para remontar y ganarlos, hay que hacer cambios en el equipo. Eso significa caras nuevas en algunos ministerios. Hay ministerios que obviamente lo han hecho bien. Yo diría que el equipo político, donde son los tres ministros, ninguno debería salir. El ministro de Hacienda lo hace bien. Sin embargo, hay ministerios más sectoriales, donde podría haber algunos nombres que pudieran cumplir una mejor función. Y en el caso de los delegados presidenciales, quienes son la voz del Presidente en regiones, necesitamos otros con más fuerza, con mayor capacidad de comunicar la labor del Gobierno, y que la gente sienta que el Gobierno está más cercano a los ciudadanos.

-¿En qué regiones se ha visto una comunicación debilitada?
-Más que colocar nombres así, hay lugares en los cuales la ciudadanía y actores regionales lo tienen claro. Creo que debería haber una consulta también a los parlamentarios y con los alcaldes, que son aquellos que tienen la interacción con los delegados, quienes tienen un rol articulador con los seremis, autoridades locales, y hay algunos delegados que no son tan cercanos, pero yo diría que hay que revisarlos. En la Región Metropolitana, la delegada no lo ha hecho mal, pero hay regiones en las que deberá revisarse.

-¿Hacia el norte o al sur?
-En ambas zonas.

-¿En qué ministerio debería haber un rostro fresco?
-No soy el más indicado para dar nombres, pero sí hay un tema complejo al revisar en diciembre cuánto es el presupuesto que se ha ejecutado. O sea, lo que se ha avanzado en la gestión presupuestaria. Hay ministerios que están muy cerca de la vara del 50%, hay otros que están con una ejecución muy alta. Es decir, el tema de gestión hay que revisarlo bien, es un buen indicador de la gestión de los ministros.

-¿Qué indicadores marcan al ministro Carlos Montes?
-El ministro Montes estuvo con nosotros en una reunión de mesa hace poco. Habló de la meta de las 260 mil viviendas que tiene. Nos presentó un diseño y un avance que, incluso, era aún más ambicioso: de las 260 mil casas, las subió a 299 mil, de las cuales ya se habían entregado o terminado más de 90 mil, y estaban en proceso, en estados de avance, algo cercano a 200 mil. En el caso del ministro Montes, el indicador de proyectos de las viviendas y la meta de las 260 mil la debiera estar alcanzando. Lo único que empaña su gestión es lo que pasó con la fundación Democracia Viva y algunas otras fundaciones en regiones, pero él no tiene nada que ver en eso. Eso tiene que ver con el funcionamiento de seremías y el jefe de servicios, que en los ministerios es el subsecretario.

“Es necesario en un corto plazo hacer un cambio de gabinete, hay desgaste”

-Tatiana Rojas y dirigentes de RD han sido duros con Montes, ¿cree que RD ha sido leal con los socialistas?
-Lo que dijo la exsubsecretaria Rojas fue a título personal, no del partido. Ella entregó una minuta de una hoja que decía que estaban funcionando bien los convenios y cómo se estaban haciendo. Entonces, la información que planteó fue tergiversada, porque no era un informe detallado de Democracia Viva. Más que lealtad, a RD le ha faltado experiencia política, es un partido nuevo. Esa inexperiencia también hubo al creer, en algún momento, que eran superiores o un recambio de fuerzas políticas tradicionales.

-¿La Moneda aguantó el cambio de gabinete hasta marzo?
-Eso es facultad del Presidente, él es quien decide cuándo hay un cambio de gabinete. Esperemos que el Presidente Boric tenga la sabiduría de evaluar bien a cada ministro y darse un tiempo que, espero, no sea muy largo. Es necesario en un corto plazo hacer un cambio de gabinete. Hay algunos cuadros que pueden estar un poco desgastados o no muy creativos en la gestión que significa este último periodo del Gobierno. Obviamente hay muchos proyectos, leyes todavía que elaborar, aprobar en el Congreso, y hay que crear las condiciones tanto técnicas como políticas para sacar una gran cantidad de leyes.

-Esos cuadros desgastados, ¿de los partidos o independientes?
-Hay algunos ministros que pueden ser independientes, que pueden ser muy buenos cuadros en el cargo ministerial.

-¿La ministra Ximena Aguilera, Maisa Rojas o Jaime Pizarro?
-Por eso digo que es una evaluación del Presidente. La ministra Aguilera tiene grandes capacidades profesionales. Es más complejo llevar la gestión del Ministerio de Salud. En el caso de la ministra Maisa Rojas, hay una opinión de que en temas medioambientales, y que yo tengo, no se ha avanzado mucho.

-¿Después del plebiscito cuál es el avance de la negociación municipal?
-El resultado del plebiscito nos da un nuevo aliento. Si hubiera ganado al “A favor”, la posibilidad en las municipales hubiera sido en una cancha más dispareja. Tenemos más de 160 municipios que mantener, algunos con alcaldes independientes, y la meta es ganar algunos otros municipios importantes que tienen una alta votación, como Puente Alto y La Florida, con lo cual podríamos ganar un millón de votos. Nuestra aspiración como coalición es recuperar esas comunas, mantener los municipios que tenemos y ganar comunas para tener más chilenos gobernados por la coalición que apoya al Presidente. Y si disminuimos, que eso sea muy marginal.

“La DC debería ingresar a la coalición de gobierno, sería una buena señal”

-¿Hay atraso en las negociaciones para las municipales?
-Se está avanzando. La primera tarea es una lista única de alcaldes desde la Democracia Cristiana hasta el Frente Amplio y el Partido Comunista. O sea, las dos coaliciones que apoyan al Gobierno y la DC. Creo que la DC debería ingresar a la coalición de gobierno, demostró un compromiso fuerte en el plebiscito por rechazar la Constitución y sería una buena señal. El llamado de ellos llega a una cantidad importante de chilenos que confían en los partidos, y dentro de los partidos en los que se confía, está la Democracia Cristiana. Hoy hay una DC más progresista, considerando el éxodo masivo de algunas estrellas. Hoy día es un partido más pequeño, pero se sinceró lo que piensan sus componentes, y quienes están en ese partido creo que no tienen en su pensamiento tener alguna alianza electoral con la derecha. Y quienes están en Demócratas o en Amarillos están mucho más allá del centro, pasando a ser la derecha. Entonces, a la Democracia Cristiana le queda poco espacio en solitario para hacer política si es que se define como un partido solo de centro.

-¿Y hay conversaciones para un ingreso al oficialismo de la DC?
-Yo creo que, luego del plebiscito del domingo 17 de diciembre, eso quedó en el espíritu y el ambiente de celebración de la campaña que denota eso. Además, la vocera del comando del “En Contra” fue Carolina Leitao (DC). La alcaldesa de Peñalolén cumplió un tremendo rol y eso es parte de los factores por los cuales se ganó esta elección.

-¿Y qué faltaría para que eso se materialice?
-Bueno, puedo decir que es una decisión que solamente la Democracia Cristiana tiene que tomar en su seno.

“Habrá unas 30 primarias al menos, un 10%; el pacto se inscribe en abril”

-¿Cuál será la lógica de la negociación municipal?
-Primero, en los casos exitosos, mantener como candidato al alcalde en ejercicio. Luego, ver la cantidad de lugares en los que podemos llegar a un acuerdo de candidato único. Hay más de 40 alcaldes que cumplen su tercer periodo. Podremos definir candidatos con un mecanismo, imagino habrá unas 30 primarias al menos, un 10%. Si hay un candidato único, deberíamos acordar rápidamente apoyos en esos municipios. En el caso de que haya más de un candidato, puede haber encuestas como una posibilidad de definir situaciones. Si los números son contundentes, se puede definir a lo mejor por un acuerdo político, pero si los números son estrechos, el mejor mecanismo es que la ciudadanía en los territorios resuelva con primarias legales. Y hay que inscribir un pacto de primarias en abril y se hacen en mayo.

-Si el pacto se inscribe en abril, ¿hoy la negociación está atrasada?
-No está atrasada, lo que pasa es que cada día tiene su afán y obviamente la prioridad hasta diciembre estaba en el plebiscito. Estamos trabajando en los temas municipales y empezando a conversar más seguido de cada comuna.

-Analistas ven que el electorado pasó de un polo de izquierda a uno de derecha, y ahora ha vuelto a buscar opciones en el centro, ¿lo comparte?
-En un análisis objetivo y duro, los chilenos identificados con la derecha rondan el 25 o 30%. Un 30% de la gente es de centroizquierda o izquierda. Y hay un sector indefinido de un 35 a 40% que, obviamente, sienten que debe haber tranquilidad y moderación. Hubo un cambio radical entre una votación y otra, porque con la primera propuesta constitucional había una propuesta que pasaba de un texto muy de derecha a otro muy de izquierda, y que a los chilenos no daba ni tranquilidad ni seguridad, es algo que hay que reconocer. La propuesta no era buena. Con la segunda propuesta fue lo inverso. Tenemos una Constitución de derecha, que fue modificada, la última firma fue del Presidente Lagos, pero su padre es Pinochet, es una Constitución nacida en la derecha de la dictadura. Sin embargo, resultó más moderada que la propuesta ultraconservadora de Republicanos y que favorecía a los estratos más ricos. La sensatez de los chilenos dijo que volviéramos a rechazar algo que no era la casa común de todos. Si bien el senador Huenchumilla (DC) se adelantó en la propuesta de rechazar la Constitución y hacer modificaciones en el Congreso basadas en el borrador de los expertos, creo que no es una mala alternativa.

-¿Cuál es su análisis del resultado del plebiscito?
-El plebiscito, yo creo que el resultado que se dio, si bien ganamos por 10 puntos, mi cálculo era que al menos teníamos unos 15 puntos de ventaja. Los últimos 10 días fueron de terror por las situaciones conocidas: el caso Fundaciones, caso del indulto de Castillo, la formalización de Karina Oliva y compañía, que se fueron dando. Creo que era mucha más la diferencia. Obviamente, estas situaciones acortaron la distancia.

– ¿Cómo ve a las tres regiones en que ganó el “A favor”?
-Yo diría que solo ganó en dos. En Maule es un empate técnico, una diferencia muy mínima en números. Pero tanto en Ñuble y en La Araucanía claramente ganó el “A favor”. Perdimos en las comunas más rurales. Es un tema de esta elección que hay que analizar, ver cómo llegar a más gente con lo que hace el Gobierno. Bajamos un par de puntos en el resultado de la elección que pensábamos, hubo una campaña fuerte de la derecha con los casos que menciono –Fundaciones y otros–, pero, aun así, se mantuvo la percepción de que el Gobierno igual hace cosas positivas. En el informe económico en América Latina, Chile es el país de la región que mejor está en lo económico. Cosa que a veces los chilenos, sin antecedentes internacionales, recogen de la chimuchina política, la crítica y una sensación de que todo se hace mal, no se reconocen también logros económicos o los esfuerzos de mantener una economía razonable.

-¿La percepción en el campo es que el Gobierno ha estado poco presente?
-En los sectores más rurales, en que hace 50 o 60 años predominaba mucho la voz del patrón, aún queda un poco de esa cultura. Entonces, mucha gente tiene un voto más conservador, con más miedo a las transformaciones y cambios.

Comparte este contenido:

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn
Share on whatsapp
WhatsApp
Share on telegram
Telegram
Share on email
Email

Si quieres mayor información, no dudes en escribirnos a [email protected]