A las 15 horas está citada este miércoles la Comisión de Seguridad del Senado con el fin de iniciar la discusión del proyecto que crea un nuevo ministerio especializado en el combate de la delincuencia.
A pesar de que el nuevo Ministerio de Seguridad Pública había sido aprobado en segundo trámite por la Cámara de Diputados, el pasado viernes 3 de mayo -en una semana que el Congreso decidió suspender su receso para legislar “a matacaballo”, según parlamentarios- para dar una respuesta institucional al homicidio de tres carabineros en Cañete, la tramitación de esta iniciativa volvió a ralentizarse.
Una de las razones es que el texto que despachó la Cámara y las indicaciones que presentó el Ejecutivo dejaron una mala impresión a los senadores.
“En el caso del Ministerio de Seguridad Pública, que hemos recibido en tercer trámite, esperamos subsanar algunos temas pendientes y que nos preocupan como la adecuada representación en regiones y que no se introduzcan propuestas que estén fuera de la idea matriz de la iniciativa”, dijo, por ejemplo, el senador y presidente de la Comisión de Seguridad, Iván Flores (DC).
En sus palabras, el parlamentario se refería la propuesta de la ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD), para dotar a su cartera de nuevas potestades políticas, que compensen las atribuciones en materia de orden público y seguridad que serían traspasadas a una secretaría de Estado especializada. La propuesta de Tohá, que no prosperó en la Cámara, era que el ministro del Interior quedara consagrado como jefe de gabinete, tarea que hoy se ejerce de facto y por tradición, pero que no tiene respaldo legal.
La Cámara, sin embargo, sí aprobó que las divisiones de Coordinación Interministerial y de Estudios, que hoy están en manos de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres) fueran traspasadas íntegramente a Interior. Con ello, Interior quedaba con un rol de coordinación y de seguimiento estratégico del programa de gobierno.
Adicionalmente, la mayoría de los diputados rechazó en la sala toda la orgánica regional del nuevo Ministerio de Seguridad. La idea del Ejecutivo era que un secretario regional ministerial (seremi) asumiera las atribuciones de seguridad y orden público, pero la derecha prefería que al menos el tema de orden público quedara en manos del delegado regional, quien es funcionario del Ministerio del Interior.
El escenario no es fácil para la ministra. Para tratar de reponer algunos de estos puntos, Tohá debe despejar primero las dudas de los senadores de la Comisión de Seguridad, donde el oficialismo solo tiene a una representante (la socialista Paulina Vodanovic) y la derecha es mayoría. Luego debe tratar que una mayoría de la Sala de la Cámara Alta rechace gran parte de las modificaciones de la Cámara y apruebe los puntos relacionados con Interior. Con ello, inevitablemente se alargaría la tramitación del proyecto, ya que se constituiría una comisión mixta de senadores y diputados con el fin de tratar de llegar a una solución legislativa.
No obstante, una señal importante para poder destrabar esta iniciativa será el anuncio de una nueva agenda de prioridades en materia de seguridad, el llamado fast track, que se realizaría el próximo lunes.
Mientras se trabaja esa agenda, el Senado votará en general, este miércoles, el proyecto que crea el Servicio Nacional de Acceso a la Justicia y la Defensoría de Víctimas de Delitos, que era parte de la iniciativas pendientes del fast track del año pasado. En lo central, este proyecto tiene como objetivo dar orientación, asesoría y representación legal a personas que han sufrido un delito.
Por su parte, la Cámara debiera despachar el proyecto que fortalece la labor municipal en prevención del delito.
