“Difícilmente habría condiciones”. Desde La Moneda, un poco antes de las 14.00, la ministra de la Secretaría General de Gobierno, Camila Vallejo, sepultó la idea de un tercer proceso constitucional bajo la administración del Presidente Gabriel Boric.
“Nosotros ya nos hemos referido sobre eso. El mismo Presidente lo señaló en una entrevista. Difícilmente habría condiciones para que en este gobierno podamos iniciar, empujar, un nuevo proceso. También es importante entender que esto está en desarrollo, que el texto todavía no se ha finalizado y hay un momento electoral clave que es el 17 (de diciembre), en donde la gente debe manifestar soberanamente su posición. No es bueno construir escenarios previos a un momento que va a ser dependiente de la voluntad popular”, planteó la vocera en Palacio.
En su respuesta, Vallejo hizo referencia a una entrevista en la que el Mandatario había señalado que “en la eventualidad de que fuera rechazado, yo por lo menos creo que durante nuestro gobierno no habría condiciones para llevar adelante un nuevo proceso”.
Así, tras la bajada de línea de La Moneda con respecto al tema, los partidos que hoy sostienen al Ejecutivo tuvieron que salir a plegarse, los que han impulsado como una de sus banderas cambiar la Constitución escrita en 1980, en plena dictadura.
Hoy el panorama es distinto al que se manejó en la Comisión Experta -propuesta que el propio Boric afirmó que aprobaría- y el oficialismo ha abrazado la idea de alinearse por la opción “En contra” en el plebiscito constitucional del 17 de diciembre. Esto, tras el rumbo que tomó el proceso con la conducción en el Consejo de la colectividad liderada por José Antonio Kast.
Los partidos de gobierno miran con atención a las encuestas, que estos días dan por ganadora a la opción defendida por el oficialismo y la Democracia Cristiana. Ello ha instalado la pregunta en las colectividades del Ejecutivo de qué hacer el día después del plebiscito, el 18 de diciembre.
De hecho, en tiendas como las del Frente Amplio, el Partido Socialista y el Partido Comunista han manifestado que las demandas que hicieron surgir al primer proceso de la Convención -el estallido social- no han podido ser resueltas con la propuesta del Consejo Constitucional.
Frente a la postura de La Moneda ante un eventual fracaso del proceso constitucional, el presidente del PC, Lautaro Carmona, manifestó a La Tercera que: “Comparto la opinión del gobierno, es un dato de realidad absoluta. Si fracasa este proceso, los dos años siguientes son de elecciones de altísima definición y si se pone en medio de esos procesos un nuevo esfuerzo constitucional, estos saldrían distorsionados. No tengo ninguna duda de que el espacio para reponer un proceso constitucional bajo este gobierno no tiene ninguna posibilidad”.
Otra materia comentada por Vallejo es el rol que jugarán los ministros del gabinete de Boric. Consultada por si los jefes de cartera pueden pronunciar su preferencia por el plebiscito, la vocera respondió: “No hay ningún impedimento para que lo hagan en la medida que sea en términos personales, ustedes saben las reglas que fija la Contraloría”.
De este modo, La Moneda abrió la puerta para que sus ministros puedan referirse a la propuesta constitucional, tal como se hizo en 2022. La misma lógica, dicen en Palacio, aplica para el Presidente Gabriel Boric, quien -en su estilo- aseguran que tendrá la última palabra sobre si hacerlo o no.
De todas formas, en Palacio tienen dudas sobre la conveniencia o no de pronunciarse sobre el texto, debido a que parte de la estrategia de la derecha es que el Ejecutivo fije su preferencia de cara al plebiscito del 17-D.
Reunión de oficialismo, Demócratas y Amarillos
El pasado viernes los partidos del oficialismo extendieron una invitación a los timoneles de Demócratas y Amarillos por Chile, para reunirse este lunes desde las 13.30 en el ex Congreso. En la cita se intercambiaron miradas respecto del rumbo del proceso constitucional, pero rápidamente se llegó a la coincidencia de que poco se puede hacer en los próximos días, pues el borrador del texto ya está prácticamente zanjado y se espera su aprobación el próximo 30 de octubre.
Por ello, se comenzó a sondear una alternativa por si el proyecto de nueva Constitución se aprueba o rechaza el 17 de diciembre. Algunos de los presentes lo interpretaron como una respuesta a la pregunta de qué hacer el día después del referéndum.
Se trata de buscar grandes acuerdos en al menos cinco materias contingentes de relevancia para la ciudadanía, transversales desde la izquierda a la derecha y similares a lo que se consiguió el 12 de diciembre de 2022 con el pacto que dio el vamos al vigente proceso constituyente. Del citado acuerdo solo se restó, en ese momento, el Partido Republicano, algo que se buscará evitar en esta ocasión, pues la jornada se volverá a repetir -probablemente en dos semanas más, ya que la siguiente es distrital-, pero esta vez con todas la intención de sumar a todas las fuerzas de derecha.
Algunos de los temas abordados serían pensiones, salud, educación, crecimiento económico y seguridad. La iniciativa surge justamente luego de que se observara por los presentes que ninguno de los dos procesos constitucionales ha logrado un consenso transversal respecto de dichas materias. La organización de la próxima cita quedó en manos del PS, según los presentes.
