Luego de las declaraciones del senador comunista Daniel Núñez que provocaron una disputa interna en el oficialismo, al emplazar al gobierno a promover la presión ciudadana para sacar adelante las reformas del gobierno, también generaron reflexiones internas entre los ministros del comité político en La Moneda.
“El gobierno tiene que convocar a la presión ciudadana para sacar adelante las reformas, porque en el Senado tenemos un quiebre brutal”, fue la frase del senador que sacó ronchas en la oposición, y en sectores del oficialismo, porque además hizo un llamado a gobernar vía decretos.
Pese a que desde el lunes en la noche, cuando el parlamentario abrió el debate, no han existido reuniones del comité político, el tema sí ha sido abordado entre ministros, asesores de Presidencia y de la Secretaría de Comunicaciones del gobierno.
De hecho, la ministra Camila Vallejo, quien también es militante comunista, le escribió un mensaje de WhatsApp al senador Núñez para entender sus declaraciones y así no quedarse solo con “el titular”.
El parlamentario -quien estaba con mala señal por estar en actividades en Coquimbo- le aclaró sus dichos, le explicó el contexto y le dijo que se habían producido “versiones malintencionadas de sus palabras”. Además, le comentó que no quería generarle un problema al Ejecutivo.
En los equipos de ambas autoridades aseguran que la conversación fue breve y en buen tono.
De todas formas, la lectura que hizo La Moneda -que fue conversada entre ministros del comité político- es que la declaración del senador -a la que también se sumó el presidente de Revolución Democrática, Diego Vela- fue un error y generó incomodidad que aludiera directamente al gobierno a fomentar la presión ciudadana.
“Al gobierno no le compete ni le corresponde convocar a ningún tipo de presión, lo que le corresponde es gobernar, y eso es lo que hacen el Presidente Gabriel Boric y su gabinete”, dijo este martes el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, quien fue el primero en manifestarse sobre el tema.
Este miércoles, en entrevista con Radio Agricultura, la vocera Vallejo coincidió: “El subsecretario Monsalve tuvo una declaración que representa muy bien lo que corresponde al gobierno y lo que pensamos frente a éste. Primero, hay una especie de falsa polémica, a nosotros no nos corresponde y no nos va a corresponder nunca llamar a la movilización social, aunque entendemos la importancia de la expresión ciudadana frente a discusiones que a veces parecen muy de élite”.
La ministra del Interior, Carolina Tohá, por su parte, intentó bajar el perfil al asunto y aseguró en Radio Duna que “en una sociedad en que se están discutiendo temas que afectan en la ciudadanía, la ciudadanía se involucre en ese debate, se exprese, haga valer sus puntos de vista democráticos y pacíficos no debiera llamar a espanto a nadie. Es parte de la realidad de una democracia y yo creo que se excede un poco el argumento cuando se dice que eso es un atentado a la democracia. Al contrario, las personas se pueden expresar, es un requisito de la democracia”.
De todas formas, en La Moneda transmiten que la oposición sobrerreaccionó con la carta -que firmó Chile Vamos- dirigida al gobierno para que se refirieran al accionar del PC y el Frente Amplio, y más aún quienes han asegurado que los comunistas deberían salir de la coalición oficialista. Uno de ellos fue el diputado RN Diego Schalper, quien indicó que “el PC debe salir del gobierno si quiere credibilidad”.
Ante esto, el propio timonel comunista, Lautaro Carmona, indicó que “me parece gravísimo. Si no fuera porque existió una ley maldita, que puso a los comunistas en Pisagua, me parecería casi una ironía cómica. Pero yo conozco la historia real de este país y de este partido. Es un hecho gravísimo. Esa es la tarjeta democrática que muestra Schalper”.
Más allá de la polémica que se desató, la posición del gobierno es respaldar movilizaciones ciudadanas, y no es un misterio para ellos el planteamiento que tiene el PC en esta materia, ya que Carmona lo ha dicho en diversas reuniones en La Moneda, en donde ha advertido, por ejemplo, que el paro nacional de la Central Unitaria de Trabajadores, el 11 de abril, será un día complejo para el oficialismo.
