El senador explica por qué su partido tomó la postura institucional de aprobar, en el plebiscito de diciembre, la propuesta de nueva Constitución elaborada por el Consejo. El parlamentario reconoce que el escrito tiene falencias en materias como la protección de la vida humana en gestación y el interés superior del niño.
El senador y vicepresidente de Demócratas, Matías Walker, entrega por primera vez las razones que tuvo su partido para tomar la decisión institucional de apoyar la opción “A favor” en el plebiscito de diciembre. En esta entrevista explica por qué, anuncia desde ya reformas constitucionales para modificar los aspectos negativos y reafirma que, pese a estar en la misma vereda que la derecha, siguen siendo un partido de centro.
En un momento su partido exploró la opción de plegarse por la libertad de acción, pero terminaron manifestándose por el “A favor”. ¿Por qué terminaron optando por la segunda opción?
Yo mismo había pensado que la libertad de acción podía ser una buena solución en términos de dar cabida a las distintas posturas que había, pero, finalmente, entendíamos que había muchos ciudadanos, más allá de nuestros militantes, que están esperando una definición de Demócratas. Pese a eso, consignamos en la declaración que los militantes que tengan otras posturas son absolutamente válidas y no habrá sanciones a quienes piensen distinto. No vamos a cometer el mismo error que cometieron la DC, el PR y otros partidos que expulsaron a sus militantes por tener una postura legítima distinta.
Su partido plantea un listado de materias que le gustan del texto, el que califican mejor que el vigente, pero también asuntos que quieren modificar en caso de que se apruebe. ¿Lo de ustedes entonces es un “A favor” para reformar?
Queremos ser consecuentes con las falencias que hemos identificado en el texto y que hemos dicho públicamente. Aun cuando Carlos Peña, por ejemplo, ha señalado que el derecho a la vida de quien está por nacer no es tan problemático porque lo que impide es establecer nuevas causales de aborto por plazo más que cuestionar el aborto en tres causales, reconocemos que es una frase que genera controversia y creemos que las constituciones no están para generar controversia, sino que para honrar principios comunes de una nación. Por eso preferíamos la redacción del derecho a la vida del que está por nacer, pero lamentablemente la izquierda en la Comisión Experta no quiso acompañar esa observación. Aun cuando la definición de que es niño todo ser humano menor de 18 años es consistente con instrumentos internacionales, creemos que también generaba una controversia innecesaria. Lo mismo respecto al principio del interés superior del niño y su determinación preferente por los padres. Yo no me voy a desdecir de todas las críticas que he hecho. Entonces, ahí está desde ya la identificación de esos dos problemas, y nuestro propósito como parlamentarios de Demócratas es desde ya trabajar, en caso de aprobarse el texto, en corregir las deficiencias que tiene.
¿Le parece positivo que con un texto de nueva Constitución recién redactado, que aún no se aprueba ni tampoco entra en vigencia, y que se supone aspira a dar estabilidad, anunciar reformas constitucionales?
Lo que sería inaceptable para la ciudadanía es hacer un cambio completo de la Constitución por parte del Congreso. Nosotros no estamos proponiendo eso, sino que reformas puntuales. Vamos a ser muy honestos ante la ciudadanía para identificar cuáles son esas falencias y nuestro compromiso por reformarlas.
¿Ve margen para aprobar esas reformas constitucionales? Serán con 3/5 y la derecha no tiene ánimo de reformar el texto en caso de que se apruebe.
Así como RN y sectores de la UDI promovieron desde la Comisión Experta la observación a esa definición sobre la vida y propiciaron quedarnos con la definición de la Constitución actual del derecho a la vida del que está por nacer, me imagino que van a ser consecuentes con aprobar esa reforma constitucional en caso de aprobarse la propuesta en diciembre.
¿Esta es una Constitución que tiene las características para unir al país?
Claramente no es un texto que genere unidad, pero la propuesta de nueva Constitución constituye un avance importante. No voy a desdecirme de lo que he señalado, pero la pregunta que cabe hacerse es si esta propuesta es mejor o no que el texto vigente. Los avances los vemos en la consagración de un Estado social con remoción de obstáculos, reconocimiento a los diversos tipos de familias, el reconocimiento a los pueblos originarios, plena igualdad de las mujeres, un seguro universal de salud sin discriminación por género, edad o preexistencia. Lo que está propuesto en materia de seguridad social, si bien pudo ser perfectible, es absolutamente compatible con establecer mecanismos de solidaridad. Por lo tanto, creemos que es un texto que avanza en temas significativos como el sistema político. Lo mismo en modernización del Estado, seguridad, la nueva Fiscalía Supraterritorial del Ministerio Público para combatir el crimen organizado, la Defensoría de las Víctimas.
¿No comparte la crítica de que se trata de un texto partisano y maximalista al tener asuntos de política pública que son de rango legal?
No, y creo que esas críticas tienen un error conceptual. No puede ser partisana una propuesta que parta de doce bases que fueron acordados por los partidos en el Acuerdo con Chile. No puede ser de derecha un texto que parta estableciendo en su artículo primero un Estado social con remoción de obstáculos, con seguro universal de salud. Parte de la razón por la cual no puede ser calificado como un texto de derecha está radicado en que la derecha más extrema ha anunciado su voto en contra, como es el caso del senador Rojo Edwards o la exconvencional Teresa Marinovic. Los tres senadores más de derecha que tenemos en el Senado, como el caso del senador Edwards, Kusanovic y Castro, han manifestado que van a votar en contra. Entonces, creo que los hechos hablan por sí solos.
A propósito de hechos, su respuesta contrasta con el reconocimiento que hizo el delegado de los republicanos, Luis Silva, quien admitió que la propuesta era un texto más cómodo para la centroderecha y la derecha.
Cada uno trata de llevar aguas a su molino y, probablemente, el consejero Luis Silva les habla a sus electores, y dentro de sus electores están quienes se identifican con una derecha más extrema como la del senador Rojo Edwards.