puentes de participación ciudadana

¿Quiénes ganan?: El peso de las contradicciones del A Favor y el En Contra ante un eventual triunfo el 17-D

Lograr acuerdos y con apertura al debate y diálogo. Aprender de los errores pasados y elaborar un texto de consenso. Esa era parte de la premisa de la clase política para avanzar en un segundo proceso constitucional que este domingo podría tener un punto de “congelamiento”. El Gobierno ya dio un portazo a la posibilidad de un tercer proceso, mientras que las tiendas oficialistas hicieron lo propio, al suscribir un acuerdo de no impulsar acciones en esta línea. “Hoy las prioridades son distintas”, dijo el diputado y presidente de Convergencia Social, Diego Ibáñez. No obstante, algunos no han dado todo por sentado, porque los porcentajes también serán relevantes. Si el resultado es estrecho, algunos ya piensan -especialmente en los comandos- que es posible que parte de la izquierda busque deslizar un tercer proceso.

De todas formas, algunas voces concuerdan en que el escenario del debate constitucional, por ahora, está impregnado de la sensación ciudadana de “hastío”, y porque aquello derivó en que las demandas por las “urgencias” vuelvan a tomar fuerza. Este último es uno de los argumentos que se han escuchado en las voces del En Contra, tanto en “descolgados” de la derecha como Rojo Edwards -ex republicano-, como por los voceros de izquierda y centroizquierda de esta opción. Pero el “En Contra” ha adolecido de una “una contradicción de base” cuya incomodidad ha intentado disimular. Y es que parte de aquellos que en el Plebiscito pasado iban por el Apruebo, y que abogaban por dejar atrás una Constitución escrita “por cuatro generales” -incluyendo al propio Gobierno- hoy deben optar por quedarse con esa, la Constitución del ’80. “Optar por el mal menor”, dicen algunos. Y es que la vinculación que hizo el ex ministro Giorgio Jackson con los destinos del programa del Gobierno y el “Apruebo” del primer proceso, continúa como una sombra que ha sido reciclada a más no poder por el “A Favor”. ¿Cómo? “Vinculando al En Contra con el Gobierno”, se defienden desde el comando. Pero esta semana hubo una voz que pareció un revival de las declaraciones de Jackson. El miércoles, el diputado Ibáñez, y en plena recta final de cara al referéndum, hizo una analogía similar, al asegurar que un triunfo del A Favor “sería un retroceso para la agenda que ha propuesto el Gobierno”. Para Kenneth Bunker, académico de la Facultad de Economía y Gobierno de la Universidad San Sebastián, lo que ocurrirá el domingo será una “batalla de interpretaciones”. En el caso del Gobierno, “casi la única forma de reclamar algún tipo de victoria es con el En Contra, y tienen que salir a celebrarlo para darle algún golpe a la derecha”. Por el contraste “si la derecha sale a contestar bien, destacando que ‘quedamos donde estábamos’ y se arma un discurso de que las cosas no estaban tan mal como parecía, creo que también pueden sacar cuentas alegres”. ¿Y si gana el A Favor, realmente gana? El “A Favor” también cuenta con una contradicción de base. Gran parte de los que hoy redactaron la segunda propuesta de nueva constitución formaban parte de ese grupo que le dio el arrollador triunfo al Rechazo el pasado 4 de septiembre de 2022.

Pero el Presidente Boric mandató a las fuerzas políticas a dar continuidad al proceso constituyente, con un nuevo itinerario. Luego de varias negociaciones, finalmente 14 partidos y 3 movimientos políticos firmaron el Acuerdo por Chile, sentado las bases constitucionales para la redacción de la nueva propuesta. Republicanos, quienes habían sidos fervientes defensores del Rechazo, no participaron en el acuerdo. De todas formas, se embarcaron en el proceso y fueron con candidatos para consejeros. En ese contexto, el entonces candidato Luis Silva -quien terminó por obtener la mayor cantidad de votos en la RM-, comentaba en abril a EmolTV que su partido “definitivamente no quiere una nueva Constitución. Nunca hemos pensado que los problemas que Chile tiene en materia de educación, seguridad, vivienda, etc., tengan su origen en la Constitución. Nunca hemos compartido ese diagnóstico (…) Ahora, ya estamos embarcados en este proceso”. La mayoría conseguida por Republicanos en la elección de consejeros constitucionales fue una ventaja para tener el control del Consejo Constitucional, pero al mismo tiempo, la contradicción de tener que redactar una nueva propuesta constitucional cuando, en palabras de Silva, no la querían. Querían quedarse con esa, la Constitución del ’80. Ya dentro del Consejo, se matizaron las líneas y el discurso pasó a la idea de ofrecer una mejor alternativa que la actual, mejor que el “texto refundacional” que ofrecía la primera propuesta. La estrategia del A Favor se centra, soterradamente, en destacar esas “necesidades urgentes” por las que apremia la ciudadanía, y al mismo tiempo, pasan la cuenta al Gobierno: la han bautizado algunos como “la Constitución de la seguridad”. ¿Se cierra un ciclo? El 17D, independiente de la opción ganadora, también permite una lectura de cierre de un ciclo que comenzó desde las reformas de Ricardo Lagos, pasando por el ‘marca AC’ -evolución de la campaña ciudadana Marca Tu Voto en la presidencial de 2013-, hasta el estallido social y los dos procesos constitucionales que ha enfrentado el país.

Para Eric Latorre, director del magíster en Gobierno y Dirección Pública de la U. Autónoma, “no importa cual sea el resultado, el tema constitucional deja de ser un tema relevante en la política en los próximos cinco años, porque el proceso se desgastó por completo; el concepto de ‘reforma constitucional’ se desgastó por completo, y el desinterés que muestran las encuestas es tremendo”. En esa línea, reflexiona que incluso sería contraproducente para cualquier partido que alguno pretenda levantar como próximo eslogan de campaña -aunque con algunas dudas hacia el PC- el tema constitucional. Esto, porque hoy el foco se trasladó a resolver las “urgencias” de la ciudadanía, y se “desmitifica” la Carta Magna. “Se cierra el gran ciclo del mito constitucional, donde un nuevo texto marcaba el inicio de la solución de los grandes problemas de Chile (…) pero como todo mito, se cae”, sentencia Latorre. Por su parte, Bunker apunta a que si gana el En Contra, quedará la Constitución actual vigente, pero “prontamente comenzará un paquete de reformas del Gobierno hacia el Congreso, eso es básicamente lo que han hecho hasta ahora y continuarán en ello, con un quórum más bajo”. En tanto, si gana el A Favor, el experto considera que es posible que se intente obstaculizar la puesta en marcha de la misma, o se hagan intentos por hacer reformas, lo que podría evitar del todo el cierre de la discusión constitucional. “Para la derecha es lo mismo, va a ser imposible no ponerse en el lado de que no hay que hacer más cambios. Todo esto, obviamente, se va a debatir largamente, de cara a la elección de las Municipales del próximo años y en la Presidencial del 2025. Entonces, creo que independiente de lo que pase, la discusión constitucional va a seguir abierta, aunque tiene menos opciones de seguir abierta con el triunfo del A Favor, creo que todo sigue abierto de cualquier modo”, cerró.

Fuente: Emol.com – https://www.emol.com/noticias/Nacional/2023/12/15/1115794/fin-debate-constitucional-plebiscito-17d.html

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