Cristóbal (30), ingeniero comercial, admite que una sola noche bastó para que cambiara toda la perspectiva que tenía sobre los migrantes. En específico, los de origen venezolano. Era junio de 2022 y estaba andando en bicicleta, frente al Parque Bicentenario, cuando fue abordado por dos personas, a quienes por el acento distinguió como extranjeros. Lo amenazaron con cuchillo y optó por entregarles su celular y su bicicleta sin poner resistencia.
“La verdad, a mí me habían asaltado otras veces; soy de Puente Alto. Me han apuntado con pistola incluso, pero nunca temí por mi vida. Porque asumí que me iban a dejar escapar una vez que les entregara todo”, relata Cristóbal.
Sin embargo, eso no sucedió. De repente, uno de los delincuentes le dijo al otro “mátalo”. La primera reacción de Cristóbal fue reirse con incredulidad. Pero cuando le arrojaron una puñalada a su pecho, supo que la amenaza iba enserio. Alcanzó a bloquear con su casco la primera estocada y otro ataque dirigido al cuello. Dice que en ese momento pensó en su hijo, ahora convencido de que su vida corría riesgo. Así que escapó en dirección a la autopista, hasta perder a los delincuentes.
Lo que lo dejó marcado de ese encuentro, a diferencia de las otras tres ocasiones donde había sido asaltado, fue el nivel de violencia y el desprecio por la vida que tenían los victimarios. “No sé si será xenófobo lo que voy a decir, pero siento que está como en el ADN del delincuente resolver así las cosas. Lo común en Chile era, a lo más, agarrarse a combos”, comenta Cristóbal. “Yo antes era muy pro-migración, pero esto ya se desbordó (…) se deben mejorar los controles en las fronteras”, añade.
Según los últimos datos del INE (2023), en Chile viven 1,6 millones de personas extranjeras. Las personas provenientes de Venezuela continúan siendo el grupo mayoritario de migrantes en el país, conformando el 32,8% de esta población. Además, el 65,9% de los extranjeros en situación irregular corresponden a ciudadanos venezolanos.
Contrastando estos datos de Gendarmería, solo un 0,4% de los venezolanos en Chile han sido condenados por delitos. Sin embargo, su participación en los delitos violentos más mediáticos, junto a experiencias como las que sufrió Cristóbal, han formado una percepción negativa en la población. The Clinic recopiló los últimos datos sobre el actuar delictivo de esta minoría.
Delitos violentos según los últimos datos
Los delitos violentos son una categoría tipificada en el código penal chileno, y corresponden a conductas ilícitas que afectan la vida, la integridad física o psicológica de las personas.
Pablo Zeballos, consultor internacional en crimen organizado, explica que la llegada de delincuentes extranjeros a Chile trajo consigo una explotación de nuevos mercados criminales, antes poco explorados. Como, por ejemplo, la extorsión y el secuestro. “Es un fenómeno con métodos criminales distintos. Consisten en un desafío completo a la autoridad, y un sentido de poca relevancia a la vida”, añade.
Según los últimos datos del informe “Inmigración y delincuencia: últimas cifras” de CEP (2023), a pesar de que los extranjeros están subrepresentados en el total de delitos del país, a partir de 2022 pasaron a tener una participación mayoritaria en los delitos de homicidio y robo con violencia.
De acuerdo al último Informe de Homicidios en Chile (2022), realizado por el Ministerio Público, se sabe que la mayoría de los imputados por este delito son chilenos (más del 90% desde 2016 al 2022). Sin embargo, se evidencia un alza significativa de imputados extranjeros, aumentando un 77,6% al comparar los años 2021 y 2022.
Entre los extranjeros imputados por homicidio en Chile, un 38,5% son de nacionalidad venezolana, conformando el segmento mayoritario. Estos son seguidos por los imputados de origen colombiano (25,2%). En tercer lugar se ubican imputados sin información de nacionalidad (17%). Según explica el mismo Ministerio Público, “constituye un nudo crítico para la investigación de homicidios”.
En cuanto al delito de secuestro, la Fiscalía indica que para 2022, el 17% de las causas han tenido la participación de a lo menos un extranjero. De estos casos, el 58% de los imputados o sospechosos son de nacionalidad venezolana, seguidos por los colombianos con un 28%.
“Sólo en el 5% de los casos existe mención a la presencia de alguna banda delictual reconocible detrás de los secuestros. Dentro de este grupo de bandas identificadas, en el 58% de los casos hay mención a la agrupación criminal Tren de Aragua”, explica el informe.
La estigmatización a los migrantes venezolanos
Una gran conmoción pública provocaron las imágenes del asesinato al ciudadano peruano Rubén Limache, a plena luz del día en el Barrio Yungay. Este hecho se inmiscuye entre muchos otros delitos violentos que han impactado al país. Por ejemplo, el homicidio contra dos agricultores en Malloa a principios de este año. O el del teniente Emmanuel Sánchez en abril. El factor común: todos estos crímenes fueron perpetrados por ciudadanos venezolanos.
“Lo que ha repercutido no son los hechos delictuales cometidos por unos pocos, sino el tratamiento que de eso han hecho los medios de comunicación”, comenta Eva Gómez, migrante venezolana, y presidenta de la Asociación Compromiso Migrante. “El alza de los delitos no se debe a la migración; nosotros creemos que se debe a la impunidad”, añade.
“Desde el año 2017 en adelante se observa, en toda la región latinoamericana, flujos migratorios bastante irregulares. Se evidencian lógicas de control de pasos fronterizos, organizados por estructuras criminales de origen venezolano (…) Han implementado métodos distintos de criminalidad, impactando fuertemente algunas sociedades. Entre ellas, la chilena”, contrasta Pablo Zeballos.
Eva Gómez lleva ocho años viviendo en Chile y asegura que jamás ha sentido un acto de xenofobia de forma directa. Sin embargo, explica que los delitos que han resonado en los medios sí los ha afectado, aumentando la percepción de rechazo hacia ellos. “Muchos (venezolanos) viven con miedo e incertidumbre”, explica.
“Pienso que si generamos políticas de integración entre la comunidad chilena y los extranjeros, esa percepción cambiaría grandemente. En eso está la Asociación Compromiso Migrante”, define.
Según datos otorgados a The Clinic por Gendarmería, hasta la fecha existen 2.193 ciudadanos venezolanos privados de libertad a nivel nacional, representando un 3,7% de la población carcelaria. Sin embargo, son el tercer grupo de extranjeros más numeroso en las cárceles, representando el 26.8% de este segmento. Son superados por una leve diferencia por migrantes bolivianos (27%) y colombianos (27%).
Respecto a los tipos de delitos por los que los venezolanos han sido condenados están, en primer lugar, por “Ley de Drogas” (45,2%), luego “Robos” (38%) y “Delitos de Leyes Especiales” (11%).
“Dentro de los cambios que ha experimentado el sistema penitenciario en los últimos años, destaca una población penal que hoy es más joven, más refractaria y violenta, a lo que suma el fuerte crecimiento de internos extranjeros. Particularmente de nacionalidad colombiana y venezolana, equiparando e incluso superando a quienes provienen de países inmediatamente vecinos”, explica el Subdirector Operativo Gendarmería de Chile, Víctor Provoste.
Entre las características de los reclusos venezolanos se aprecia que la mayoría tiene entre 25 a 29 años, y un 90% son hombres. Asimismo, la mayor parte de los venezolanos que registran conducta presentan “Buena” o “Muy Buena conducta” (389). Mientras que un sector minoritario tiene en sus registros “Mala” o “Pésima conducta” (96).
En los últimos dos años hubo un aumento sostenido de internos venezolanos, pasando de 528 el año 2022, a 2.193 en lo que va de este año. Actualmente, solo un 5% de ellos está en calidad de expulsión.
Cómo se distribuyen las expulsiones judiciales
Según datos otorgados por el Servicio Nacional de Migraciones, en lo que va de este año se han realizado 411 expulsiones. Los ciudadanos venezolanos ocupan el segundo lugar entre las personas expulsadas (146), superados solo por los colombianos (155). Sin embargo, el segmento que agrupa a los ciudadanos venezolanos tiene la mayor cantidad de expulsiones de carácter judicial en 2024 (88), superando al resto de los extranjeros que han delinquido en Chile.
“La expulsión judicial es una pena sustitutiva para personas extranjeras que han sido condenadas por cometer delitos con penas inferiores a 5 años y 1 día”, define la minuta compartida por el Servicio Nacional de Migrantes. Esto puede incluir algunos delitos violentos como robo con violencia y secuestro.
El organismo indica que no tienen el porcentaje de los delitos cometidos por las expulsiones judiciales durante los últimos años. Sin embargo, si especificaron este dato en la última expulsión importante que realizaron el pasado 3 de mayo:
De esas 55 expulsiones judiciales, 22 fueron por robo con intimidación, 12 por robo con violencia, y 7 por tráfico ilícito de drogas.
Venezolanos víctimas de delitos
Según el el 5° Boletín Estadístico de Acceso a la Justicia Penal de Migrantes y Extranjeros (2020), los venezolanos son el grupo extranjero con la mayor cantidad de víctimas de delitos, conformando el 30%. En segundo lugar está Perú, con un 18%. Y posteriormente les siguen personas de Colombia y Haití, con 12,2% y 11,4%, respectivamente.
“Eso es una condición de manual dentro de la criminalidad. Los criminales extranjeros que se asientan en un país buscan esencialmente actividades extorsivas a sus propios connacionales por varios motivos”, explica Pablo Zeballos.
Entre las razones que destaca, está el aprovechamiento de los delincuentes connacionales por su situación irregular, lo que les impide denunciarlos por temor a ser expulsados. En segundo lugar, explica que este tipo de migrantes viven en realidades donde predomina la desconfianza a la denuncia. Y por último, muchos de los migrantes venezolanos extorsionados, tienen familiares en su país de origen, en zonas que están controladas por las mismas estructuras criminales. Entonces la motivación de pago es “tremendamente elevada”.
Además, según Fiscalía, las personas de nacionalidad venezolana son las más frecuentes víctimas de homicidio entre los migrantes, representando un 29% de este segmento.
“Los migrantes también rechazamos a los delincuentes vengan de donde vengan, porque la delincuencia no tiene nacionalidad. Todos somos afectados por ella (…) y nosotros sufrimos igual que los chilenos”, explica la presidenta de la Asociación Compromiso Migrante.