puentes de participación ciudadana

Las tensiones y los candidatos que “incomodan” en la mesa de coordinación de la oposición

La relación en la mesa de coordinación de la oposición se complica cada semana. Llamados telefónicos, reuniones privadas y conversaciones tensas marcan los últimos días. Lo Barnechea, donde la ciudadanía decidirá el candidato, revela la tensión interna en Chile Vamos. Los conflictos entre Republicanos y la UDI, y entre la UDI y RN, son evidentes. Aunque otros partidos tienen una mejor relación, la situación es difícil. Amarillos y Demócratas expresaron su malestar por no querer ser un plato secundario.

El gobierno de Gabriel Boric enfrenta una baja evaluación ciudadana y tensiones en partidos oficialistas propias de procesos electorales. Aun así, la derecha chilena no consiguió un respaldo significativo en este contexto.

A las disputas en Lo Barnechea y Las Condes ahora se suma Recoleta. Allí un largo listado de figuras prominentes de la oposición ha sido mencionado como posibles candidatos para la comuna actualmente liderada por Daniel Jadue. Entre los nombres destacados están Joaquín Lavín, Mario Desbordes, Felipe Ward y Cecilia Pérez. Sin embargo, hasta la fecha, solo una candidatura se ha confirmado oficialmente: la de Ruth Hurtado, del Partido Republicano (PR).

Cada dos o tres semanas surge un nuevo nombre, especialmente desde la Unión Demócrata Independiente (UDI), como potencial candidato para competir con Hurtado y el aspirante de la continuidad del Partido Comunista, Fares Jadue.

¿Por qué ha generado tanto revuelo interno? ¿Qué está ocurriendo realmente en la mesa de coordinación de la oposición? Fuentes de Radio Bío Bío comentan que la negociación se vuelve cada día más compleja. No es casualidad que en un acto del partido creado por José Antonio Kast, el presidente Arturo Squella señaló que “esa mesa de coordinación está con una suerte de respirador artificial”.

Aunque las reuniones continúan semana tras semana con el objetivo de presentar un candidato único, al menos para las capitales regionales y provinciales, la tensión ha llegado a tal punto que en más de una ocasión se ha considerado cortar relaciones.

Algunos señalan que es la UDI la que se muestra inflexible al no querer ceder en zonas consideradas “históricas del mundo gremial”. Otros, en cambio, apuntan al Partido Republicano, que prefiere no tener una lista común para gobernadores debido a la existencia de la segunda vuelta electoral.

UDI V/S REPUBLICANO

Lo que está claro para todos los integrantes de la mesa de coordinación es que la creciente influencia del Partido Republicano amenaza significativamente los resultados electorales de la UDI, ya que en gran parte comparten el electorado de la “derecha dura”.

No se trata solo de los resultados obtenidos en comicios anteriores, sino de tres encuestas sobre las elecciones municipales encargadas por el gobierno, en las que los resultados para Republicanos serían avasalladores. Según se discutió en una reunión reservada de la oposición, Republicanos obtendría más del 30% en concejales, lo que podría posicionarlo como el partido más fuerte del país.

Esta situación ha tensado las relaciones entre las secretarías de ambas colectividades, Ruth Hurtado (PR) y María José Hoffmann (UDI). A pesar de la intervención del ex subsecretario de Desarrollo Regional, Felipe Salaberry, en las negociaciones, las tratativas no han mejorado.

Para algunos miembros, la UDI tiene tres facciones: una más colaborativa liderada por Javier Macaya, una piñerista representada por Salaberry y la más dura, encabezada por Hoffmann.

Lo grave es que la UDI está enfrentando problemas no solo con Republicanos, sino también con Renovación Nacional (RN). Un ejemplo de esto es la situación en Lo Barnechea entre Felipe Alessandri (RN) y Carlos Ward (UDI).

En contraste, la relación entre RN y Republicanos es muy distinta. Figuras históricas y candidatos emergentes como Cecilia Pérez y Karla Rubilar han expresado su apoyo a Ruth Hurtado. Asimismo, José Antonio Kast no dudó en señalar que Mario Desbordes es una buena carta para Santiago.

Fuentes de Radio Bío Bío comentan que incluso la relación con Evópoli se encuentra en su mejor momento. No hay ánimo de confrontación, y saben que apuntan a sectores distintos dentro de la derecha.

CANDIDATOS QUE INCOMODAN

Jaime Bellolio (UDI) es una figura poco querida por los cercanos a José Antonio Kast, no solo por su pasado con el candidato presidencial, sino por las diferencias públicas que han tenido cuando Bellolio era diputado y posteriormente vocero de gobierno. Por esta razón, su candidatura no es favorita para la directiva actual de Republicanos. En cambio, los nombres de Cristián Monckeberg y Nicolás Monckeberg eran mejor evaluados internamente.

La postura de Republicanos es clara: si la UDI insiste en nombrar a un candidato en Recoleta, ellos presentarán un candidato en Providencia. Fuentes de Radio Bío Bío indicaron que ya hay cuatro personas que se han ofrecido voluntariamente para asumir ese desafío. Señalan que uno de ellos es muy cercano a la cúpula de Republicanos, pero su nombre no se revelará hasta tener claridad sobre la postura de la UDI.

El segundo posible candidato que incomoda es Sebastián Sichel en Ñuñoa. Al igual que Bellolio, no es del agrado de Republicanos desde su arribo a la Corfo y posteriormente su reacción tras no pasar a la segunda vuelta en las pasadas elecciones presidenciales. Pero Sichel es una figura que no solo tiene problemas con Republicanos, sino también con miembros de la UDI y RN. Hay un grupo de militantes de Chile Vamos, sin contar Evópoli, a quienes nunca les ha gustado el pasado concertacionista de Sichel.

Por otro lado, la tercera es Ruth Hurtado. En grupos internos gremialistas se ha comentado que Hurtado no es una buena candidata para terminar con la “dinastía” Jadue en Recoleta, ya que consideran que no será capaz de realizar una buena campaña y que no se puede dejar esa comuna en sus manos.

AMARILLOS Y DEMÓCRATAS

El ingreso de Amarillos y Demócratas a la mesa de cooperación fue un gesto aplaudido por la derecha. Estas agrupaciones, compuestas por figuras que han sido parte del histórico centro en la política chilena y que trabajaron en los gobiernos de la Concertación y Nueva Mayoría, recibieron un amplio reconocimiento por su decisión.

Sin embargo, Amarillos y Demócratas, siendo colectividades nuevas con pocos años de historia y una militancia reducida, han sentido que en las negociaciones con partidos más grandes quedan relegados a un segundo plano.

En las últimas reuniones, han expresado su molestia. No quieren ser considerados como el “arroz graneado” de la mesa, sino que aspiran a ser “plato principal” en muchas comunas, y no conformarse con lo que la derecha deseche.

En la reunión del miércoles 15 de mayo, fueron claros al manifestar que su paso hacia la derecha debe ser reconocido como un acto de “generosidad”. Los líderes de Chile Vamos estuvieron de acuerdo y señalaron que deben “actuar con generosidad”.

No obstante, es evidente que la relación más fluida es con Evópoli. Comparten una mayor coincidencia en su forma de pensar y en la manera de manejar el país. Sin embargo, ven difícil concretar un pacto más allá de una omisión estratégica en algunas comunas, y no han avanzado hacia una lista común de concejales. Aun así, todo podría cambiar en el futuro.

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