Los 24 comisionados llegaron pasada las 11.00 de la mañana de este jueves hasta el hemiciclo del Senado en Santiago con un documento comparado que contiene 622 enmiendas. Esa es la cifra total de indicaciones que ingresaron la izquierda y la derecha para modificar el texto del Consejo.
Todas esas observaciones deberán someterse a votación durante la tarde de esta jornada. Dado que la Comisión Experta -luego de reiteradas instancias de diálogo y negociación- fracasó en su objetivo de llegar a un acuerdo integral en las normas clave y controversiales, cada sector ingresó sus propias enmiendas.
No hubo puntos de encuentro en los textos ingresados, a pesar de que centenares de redacciones son “espejo”, es decir, idénticas o casi iguales y que podrían ser reflejo de un entendimiento común.
Lo cierto es que el desenlace de esta etapa fue tal cual como todos los comisionados reconocían en la privacidad de sus conversaciones; es decir, un acuerdo imposible y que nunca iba a llegar, pero respecto del cual todos tenían que agotar las instancias de diálogo para luego -al momento de sacar cuentas- poder argumentar que nadie fue intransigente y que todos hicieron su máximo esfuerzo.
Las reflexiones y las culpas de cómo fue que los expertos llegaron a este punto se dejarán para después. Los tiempos son tan estrechos que luego de cinco jornadas de extenso trabajo, no hubo tiempo para nada más que leer de manera exprés el comparado. De esta manera, en las próximas horas los comisionados se sentarán en sus pupitres para votar una a una cada una de las enmiendas.
Como no hay acuerdo, el desafío político es probar suerte en el pleno para ver quién logra obtener los 3/5; es decir, juntar al menos 14 votos para darle luz verde a una indicación. Todo esto en el contexto de un órgano de fuerzas políticas empatadas: 12 votos de derecha y 12 votos de izquierda. Lo que no tenga al menos 14 respaldos será rechazado, y la norma equivalente del texto despachado por el Consejo, en consecuencia, será ratificada y no se podrá cambiar nunca más.
La invitación de Chile Vamos
Dado lo complejo de conseguir esos 14 votos, es que durante todas estas horas ha habido incipientes conversaciones para tantear la disposición del otro lado para apoyar enmiendas. Tanto así que en el pleno hubo emplazamientos directos por parte de Chile Vamos.
“Quiero invitar a las bancadas de izquierda a que se sumen a una serie de propuestas que hemos presentado con la finalidad de profundizar aun más la voluntad de acuerdo que nos anima. Ellas tocan temas clave de nuestras diferencias y que hemos formulado, cediendo en nuestras posiciones para tender una vez más puentes de acuerdo en materias clave”, afirmó el comisionado Hernán Larraín (UDI).
Su invitación apuntaba a que la izquierda entregue sus votos para que las enmiendas de Chile Vamos sobre vida, objeción de conciencia, solidaridad en salud, solidaridad en seguridad social y huelga puedan tener éxito.
Lo mismo fue reafirmado por la experta Katherine Martorell (RN), quien llamó al oficialismo a que “salga de sus trincheras” y por lo mismo enfatizó: “Le pido a la izquierda que no rechace propuestas que son también de ustedes, ideas que también ustedes valoran, ideas por las que ustedes también han luchado”.
La derecha destacó una y otra vez que era la izquierda la que tenía que cruzar el puente hacia la derecha. Por parte, del oficialismo no hubo llamados para que el cruce sea desde el otro lado, pero hay varios expertos de Chile Vamos que podrían hacerlo.
La presión en la DC y el PPD
Las miradas de la oposición apuntan a las dos comisionadas de la DC –Paz Anastasiadis y Alejandra Krauss– y a los expertos nombrados por el PPD: Verónica Undurraga, Leslie Sánchez y Francisco Soto.
El oficialismo da por descontada a Anastasiadis. La comisionada ha sido clara en que ella es pragmática y flexible, por lo que dará su voto para las enmiendas de la derecha que, no siendo suficientes, se acercan o recogen los puntos del sector.
Krauss, en tanto, tiene las cosas claras y no dará su voto solo porque Chile Vamos necesita un apoyo más para lograr los 3/5, sino que solo lo hará cuando vea una enmienda cuyo contenido considera técnicamente razonable y con el cual esté de acuerdo. Ambas podrían ser pieza clave para aprobar la indicación de la derecha que pretende volver a la redacción clásica de que la ley protege la vida del que está por nacer.
Undurraga fue muy clara al inicio de sus palabras y argumentó, punto por punto en los temas más complejos, por qué no dará sus votos a las indicaciones de la oposición.
Soto está en la misma postura. “Aquí se produjo un proceso de decantación en una conversación muy amable y muy técnica, pero llegamos a la conclusión de que tenemos diferencias claras del orden constitucional. Yo revisé cada una de las observaciones que se presentaron por lado y lado y tengo una clara convicción de que no me voy a plegar a ninguna de las propuestas que tiene la derecha. Lo ha ido informando en los espacios correspondientes, y estoy, creo, muy tranquilo con eso”, afirma a La Tercera el comisionado.
La comisionada Sánchez tiene una posición similar: “Como experta designada por el PPD y el PL, seguiré respetando nuestro acuerdo inicial que fue el anteproyecto y votaré todo aquello que se asimile al anteproyecto original que aprobamos por unanimidad”.
La abogada además dio su análisis de lo ocurrido luego de que no se pudiera lograr acuerdo. “La situación en la que estamos es de franca y profunda decepción y frustración por no habernos puesto de acuerdo en un texto de futuro que le ofrezca a Chile la solución a los problemas institucionales que hemos tenido. Hoy día, sin acuerdo, se puede asumir que hay un fracaso de parte de quienes participamos”, agregó la comisionada.
La presión, en todo caso, también llegó de afuera. Demócratas, colectividad presidida por la senadora Ximena Rincón, publicó un comunicado esta mañana en que señalaron que “como partido político comprometido con los valores intrínsecos de la democracia, hacemos un llamado a los diversos sectores políticos que componen la Comisión Experta, a decidir hoy sus votaciones investidos del máximo compromiso con el país”.
Además agregaron: “Recae sobre la izquierda el peso de demostrar su responsabilidad con este proceso, para poder avanzar en las etapas que vienen, en las que reconocemos las dificultades que se aproximan en virtud de los quórums alcanzados por el Consejo Constitucional, pero cuyo trabajo y decisiones dependen directamente del resultado que se dé en este momento”.
