puentes de participación ciudadana

Hernán Larraín, comisionado experto UDI: “Es insólito que la izquierda prefiera la constitución de Pinochet”

El comisionado Hernán Larraín (UDI) es una de las voces que buscó acercamientos para llegar a un acuerdo transversal, pero no lo logró. Reconoce que de ninguna manera este texto lo representa al 100%. Sin embargo “es mejor que el actual en muchos sentidos”. “Todo lo que hizo la izquierda fue coherente para pavimentar el camino para el rechazo”, dice.” El error del oficialismo fue haber hecho exigencias que implicaban un todo o nada, lo cual finalmente generó frustración”.


-¿Usted sostiene que la izquierda no ha colaborado en llegar a consensos más amplios?

-Se hizo un esfuerzo, quizá no todo el que uno hubiese querido. Y la minoría hizo también su contribución, porque a ratos exigió más de lo que podía. El error de la izquierda fue haber hecho exigencias que implicaban un todo o nada, lo cual finalmente fue lo que generó la mayor frustración. En el balance no hubo un acuerdo total y eso es penoso de reconocer. Pero hubo muchos acuerdos parciales que permitieron construir aspectos fundamentales del nuevo texto constitucional que de todas manera supera al actual.

-¿Hubo más resistencia al acuerdo desde la derecha dura o desde la izquierda?

-Es difícil tener un juicio imparcial. Hubo la voluntad de que el texto constitucional recogiera la mirada de las derechas. Se podría haber hecho un esfuerzo mayor. Pero al mismo tiempo la izquierda, cuando nosotros le hicimos propuestas en temas que eran de alta sensibilidad para ellos, como el derecho a la vida, como la solidaridad en salud o en  previsión; ellos, curiosamente, no nos dieron los votos para aprobarlas. No logramos más acuerdos en temas de interés de la izquierda porque la izquierda no los votó. Es bastante extraño, porque uno pensaba que querían mejorar el texto desde su perspectiva y cuando tuvieron la posibilidad de hacerlo, la rechazaron.

-¿Hubo un efecto tal vez de desquitarse del rechazo que sufrieron en el proceso anterior?

-Se dedicaron a buscar pretextos para rechazar el texto.

-En las encuestas el En contra sigue teniendo mayor apoyo. ¿Sería un fracaso mayúsculo si se rechazara?

-Hemos sido rechazados en términos mayoritarios desde el día uno. Nunca la ciudadanía ha querido aprobar este nuevo texto. Hemos ido contracorriente a lo largo de todo el proceso. Ahora, yo creo que este texto es mejor que la Constitución vigente en muchos sentidos.  En primer lugar, cuando la gente conozca el contenido y los avances que hay en gobernabilidad, en derecho, justicia, vamos a tener más voluntades favorables al nuevo texto.

Y lo segundo es que la gente está cansada del debate constitucional y quiere terminar con él. Hay un hastío en la materia. Con esta propuesta se puede cerrar este capítulo y empezar una nueva etapa en donde la preocupación del mundo político sean los temas más cotidianos de la gente como la seguridad, la economía, el empleo y no los temas constitucionales. Por eso la gente va a sumarse al apruebo.

-¿Y la izquierda sincerará su opción en contra?

-Claro. Pero me parece que es bastante insólito pensar que la izquierda finalmente esté en contra de este texto porque prefiera apoyar la Constitución de Pinochet. Eso me resulta una gran paradoja.

-Al principio del proceso, la gran incógnita era si Chile Vamos se iba a descolgar de Republicanos en algunos temas y buscar acuerdos con la centro izquierda. ¿No lo intentaron realmente?

-Obviamente,  Chile Vamos desde el punto de vista de las ideas  está más cerca de Republicanos que de la izquierda. Y además que si hubiéramos hecho alianza con la izquierda no habríamos podido hacer nada porque Republicanos podía vetar cualquier acuerdo. En todo caso, Chile Vamos intentó avanzar en los mejores acuerdos con Republicanos, pero siempre con un criterio de apertura. Y muchas veces tuvimos diferencias precisamente por eso, porque tratamos de construir la Constitución más amplia que fuera posible. A veces lo logramos, pero no siempre.

-De todos modos, quedaron hasta ahora algunas normas apreciadas por la izquierda, como el Estado social y democrático de derecho.

-Yo creo que hay mucha norma que la izquierda tiene que valorar. Hay un espíritu, a lo largo del texto, que fue construido por la izquierda, no solamente el Estado social de Derecho, sino que también toda la transformación de la gobernabilidad democrática; es decir, una nueva forma de entendimiento entre el Ejecutivo y el Poder Legislativo, bajar el número a 138 parlamentarios, la configuración de partidos que sean de de mayor tamaño y que se evite el fraccionamiento.

-Ese tema es esencial para la gobernabilidad.

-Exacto. Hay una representación al interior del Congreso de sectores marginales, lo que hace que hoy día gobernar sea imposible para cualquiera. Yo creo que ese trabajo fue hecho en forma conjunta con la izquierda. Transformaciones que hicimos junto con la izquierda en el Poder Judicial; hay muchos avances, hay mucha modernización en este texto constitucional que habla de la voluntad compartida de sacar adelante un texto que sea lo más amplio posible. Hay otras materias en que probablemente no llegamos a un acuerdo, porque la izquierda no lo quiso.

-¿Cuán satisfecho está de esta propuesta de Constitución: 100%, 50%?

-Dejemos que termine el proceso. Pero 100% de ninguna manera. Lo que hay es suficiente como para aprobarla. Es mejor que lo que tenemos. Y eso es importante.

-¿El texto, según usted, mejora la comunicación del Legislativo con el Ejecutivo? ¿De qué manera?

-Hay cambios importantes en el proyecto que me hacen pensar que efectivamente vamos a tener una realidad distinta. Cuando uno presenta un proyecto de ley, lo que espera es que el Congreso diga sí o no. Lo que no es posible es que no diga nada y se mantengan por años los temas empantanados.

Por ejemplo, los niños no se pueden adoptar porque el régimen legal actual es muy complejo. Otro caso es el régimen de notarios que es lento y caro. Y cuando uno lo quiere cambiar, los parlamentarios no lo discuten, pasan años sin que se analice. Eso es lo que tiene que cambiar para darle efectividad al trabajo legislativo. La norma permitiría que los proyectos de ley se resuelvan y no se archiven mañosamente.

-El tema del derecho a la vida de quien está por nacer, ¿quedará así?

-Eso desgraciadamente ya no tiene corrección, porque la izquierda no aprobó la propuesta que hicimos para que en esa materia no haya cambios respecto al texto vigente y por lo tanto no cambie la regulación legal que hoy día existe en materia de aborto. Al rechazarlo a izquierda, quedó como lo propuso el Consejo. Es decir que se protege la vida de quien está por nacer, lo cual para algunos no debería producir mayor cambio. Sin embargo, abre una incertidumbre que lamentablemente va andar rodando durante un tiempo

-Hay gente que dice que la izquierda botó el proceso constitucional, que lo dejó caer y que va a votar en contra. ¿Usted ve ese ánimo en la izquierda?

-Sí, yo creo que todos los discursos del último tiempo van en esa dirección. El que hayan rechazado indicaciones que les eran favorables a sus puntos de vista. Lo que están haciendo hoy día en esta última etapa del Consejo Constitucional, todo lo que hizo la izquierda fue para pavimentar el camino para el rechazo. Están pre constituyendo pruebas para rechazar con mayor tranquilidad.

Comparte este contenido:

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn
Share on whatsapp
WhatsApp
Share on telegram
Telegram
Share on email
Email

Si quieres mayor información, no dudes en escribirnos a [email protected]